La inteligencia es un commodity

Dos escenas me llamaron la atención cuando entré a ese lugar. La primera: una chica de unos 22 o 23 años en un sillón enorme, la notebook en la falda y los auriculares conectados a un smartphone que descansaba al lado, sobre el almohadón. Estaba sentada sobre su pierna izquierda flexionada y tecleaba sin parar. La otra: un chico, tal vez un poco más grande, de unos 25, en un escritorio. El smartphone estaba al lado del teclado, con la pantalla hacia abajo. Además, tenía un Post-it amarillo pegado en el borde de la pantalla, arriba y al centro, seguramente tapando la cámara. Terminada mi reunión, una hora después, salí de ese espacio de trabajo compartido (co-working) pensando en esos chicos que no tenían ninguna relación con las personas con las que me reuní, y que seguramente nada tenían que ver entre ellos. (más…)