Lecturas subterráneas 7
Mientras bajamos por la escalera le pongo una mano sobre el hombro. Lo noto ansioso. Despacio, apoyando ambos el mismo pie en el mismo escalón al mismo tiempo, nos adentramos en ese mundo húmedo y penumbroso. Los sonidos se mezclan en la transición hasta convertirse en puros chirridos metálicos y voces guturales. Llegamos a los molinetes y su sorpresa no es poca al ver que solo apoyo una tarjeta para pasar al andén. (más…)
Llevo casi 20 años viviendo en Buenos Aires. Llevo casi 20 años viajando en subte. Y llevo casi la misma cantidad de años leyendo en el subte. Pero fue recién en julio de 2010 que se me ocurrió prestar atención a lo que leían los otros. Los otros pasajeros, digo. Y fue un descubrimiento sorprendente. Más que un descubrimiento, fue como atender a un llamado. Toc, toc. Un llamado.
Noviembre ha sido un mes curioso. Y no por las cosas que pasan —y me pasan— todos los noviembres, sino por las otras. Esas cosas que quedan guardadas en algún cajoncito de la mollera, y que después me producen satisfacción cada vez que las recuerdo
Cuando recibí la invitación de Ópera Prima presentí que valía la pena aceptar. Y lo hice. Afortunadamente. Para empezar, el entorno no podía ser mejor. El Museo Metropolitano —en el imponente Palacio Anchorena— fue el lugar elegido para la presentación de Guerra interna, precisamente la ópera prima de Juan Carlos Lynch.