La comunidad del anillo

Llegó el momento que tanto habíamos esperado. Ese momento cúlmine que la industria del cine no se cansa de explotar con primeros planos, cámaras lentas y musicalizaciones melosas, nos tenía ahora como protagonistas. Sin primeros planos, sin cámaras lentas, sin música de ningún tipo. “No pasa”, le susurré.

El 7 de enero me levanté temprano. Llevaba solo dos días en San Martín de los Andes y ya me sentía mejor. Venía de recibir el Año Nuevo solo, iluminado por una vela en una habitación cuya ventana sin vidrios combinaba a la perfección con el estilo de una casa sin luz, sin gas, sin agua y sin nada. Así había empezado para mí el año 1987 en la casita de Trevelin, veinticinco kilómetros al sudoeste de Esquel. (más…)