Lecturas subterráneas 7

Lecturas Subterráneas 7Mientras bajamos por la escalera le pongo una mano sobre el hombro. Lo noto ansioso. Despacio, apoyando ambos el mismo pie en el mismo escalón al mismo tiempo, nos adentramos en ese mundo húmedo y penumbroso. Los sonidos se mezclan en la transición hasta convertirse en puros chirridos metálicos y voces guturales. Llegamos a los molinetes y su sorpresa no es poca al ver que solo apoyo una tarjeta para pasar al andén. (más…)

Lecturas subterráneas 6

Lecturas subterráneas 6El último encuentro con mi psiquiatra me dejó preocupado. Fueron días difíciles para mí y se vieron reflejados en el trato indiferente que le di, al abrigo del viejo jacarandá. Trato que no se merece, no por mérito propio sino porque a esta altura creo que no se merece trato alguno.

Podría decir que me preocupa que mi TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) se profundice con el paso de los días o que mi prepaga pretenda reducir la frecuencia de las consultas hasta hacerlas desaparecer por completo, pero no pasa por ahí la cosa. Mi preocupación es una, y se concentra en una única situación. (más…)

Lecturas subterráneas 4

Lecturas subterráneas 4Empezó el calor y se hace sentir. Se dice que en la época estival hay que usar ropa de colores claros. De todos modos, no está para usar camisa de manga larga, y mucho menos con los brazos cruzados sobre el pecho y las puntas de las mangas atadas a la espalda.

Así es como espero a mi psiquiatra, sentado en el jardín a la sombra de un enorme jacarandá. Llega solo, vistiendo una inmaculada camisa blanca igual a la mía y caminando con sus graciosos pasitos de pingüino, girando el tronco de un lado al otro para suplir el impedido balanceo de los brazos. (más…)

Lecturas subterráneas 1

Lecturas subterráneas 1Llevo casi 20 años viviendo en Buenos Aires. Llevo casi 20 años viajando en subte. Y llevo casi la misma cantidad de años leyendo en el subte. Pero fue recién en julio de 2010 que se me ocurrió prestar atención a lo que leían los otros. Los otros pasajeros, digo. Y fue un descubrimiento sorprendente. Más que un descubrimiento, fue como atender a un llamado. Toc, toc. Un llamado.

Desde entonces, cada vez que subo a un vagón de #subte (porque Twitter mediante ya no es «subte», sino «#subte») doy una rápida mirada alrededor en busca de lectores subterráneos.

Hoy comparto la primera recopilación de tuits realizados desde el #subte hasta Diciembre de 2010. Pero habrá más, porque el llamado persiste. Aunque mi psiquiatra sostenga que ese toc, toc que me llama sea en realidad un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo). Allá él. Yo seguiré tuiteando las lecturas subterráneas. (más…)