Lecturas subterráneas 1

Lecturas subterráneas 1Llevo casi 20 años viviendo en Buenos Aires. Llevo casi 20 años viajando en subte. Y llevo casi la misma cantidad de años leyendo en el subte. Pero fue recién en julio de 2010 que se me ocurrió prestar atención a lo que leían los otros. Los otros pasajeros, digo. Y fue un descubrimiento sorprendente. Más que un descubrimiento, fue como atender a un llamado. Toc, toc. Un llamado.

Desde entonces, cada vez que subo a un vagón de #subte (porque Twitter mediante ya no es «subte», sino «#subte») doy una rápida mirada alrededor en busca de lectores subterráneos.

Hoy comparto la primera recopilación de tuits realizados desde el #subte hasta Diciembre de 2010. Pero habrá más, porque el llamado persiste. Aunque mi psiquiatra sostenga que ese toc, toc que me llama sea en realidad un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo). Allá él. Yo seguiré tuiteando las lecturas subterráneas. (más…)

A combatir las arrugas

 

Plancha«Se rompió la plancha». Así empezó mi fin de semana. Recibí la noticia como quien es informado de la muerte de un pariente lejano, olvidado. La muerte de alguien que uno sabe que existe, que está allí, pero que ha dejado hace mucho tiempo de ocupar la primera fila. Me resulta curiosa la forma en que transitamos por la vida (nos alimentamos, nos vestimos, trabajamos, educamos a nuestros hijos), sin tomar en cuenta la cantidad de cosas de las que nos valemos —casi en forma inconsciente— para hacerlo. Vivimos y nos reproducimos, producimos, nos desplazamos, nos alimentamos, nos vestimos. (más…)

El rally Dakar

 

Rally DakarViajando en nuestras últimas vacaciones de Rosario a Córdoba, nos cruzamos con los participantes del Rally Dakar Argentina Chile 2011 que hacían el mismo trayecto en sentido contrario. Mientras los chicos miraban y hacían comentarios sobre los impresionantes vehículos que pasaban junto a nosotros en una caravana interminable, yo tuve un déjà vu. (más…)

Un buen vaso de ron

José María GattiEl 22 de diciembre escribí en mi muro de Facebook: “Hermano, es el mejor ron que bebí en mi vida”, fragmento del libro “La pipa de Hemingway”, del escritor José María Gatti. Una buena amiga de Rosario agregó: “Ese comentario solía escuchársele a don Ernest cada dos horas aproximadamente”. Lo que mi amiga no sabía es que esa frase no perteneció a Ernest Hemingway, sino al peruano Hugo Patiño, amigo de Gatti que, en un abuso de confianza, le vació una botella de ron Gran Añejo Vigía (identificada con el número 2756) que para Gatti tenía un valor que iba mucho más allá de su graduación alcohólica. Una pérdida irreparable. (más…)