El negro me sienta bien
El 27 de septiembre de 1986 yo estaba en la estación terminal de ómnibus de Rosario. Me recuerdo sentado en un asiento junto a la ventanilla, esperando los primeros movimientos del colectivo; el inicio de mi nueva vida en la Patagonia. A través del vidrio, de pie en la plataforma de salida, la que sería meses después mi esposa me sostenía la mirada con los ojos enrojecidos. (más…)